A pesar de que ha venido muy a menudo a nuestro país últimamente, no ha sido hasta este verano, en el Vida Festival, que he podido ver en directo a uno de los cantautores más valorados de Inglaterra: Neil Halstead.
Este veterano lleva dando guerra desde que empezó con Slowdive, para luego seguir en Mojave 3 y finalmente centrarse en su carrera en solitario. Después de su álbum de debut, Sleeping on roads (2002), publicó dos discos con la discográfica de Jack Johnson: Oh! Mighty Engine (2018) y lo último, Palindrome Hunches (2012). El año pasado se lo pasó girando por festivales con la vuelta de su primer grupo, Slowdive, que volvieron a reunirse en 2014 tras dejarlo hace 20 años.
Como decía, tuve el placer de verle el pasado julio por primera vez, con el plus de ser el concierto que daba el pistoletazo de salida del festival que se celebra en mi pueblo. ¡Y qué manera de empezar! Halstead fue capaz de mimetizarse con el escenario más bonito en el que he visto nunca un concierto: una barca en medio de un bosque de pinos. No sé quién disfrutó más, si los asistentes al festival o los pájaros que descansaban aquella tarde en los árboles de la la Masia d'en Cabanyes. Podéis intuir la atmósfera que llegó a crear el inglés viendo el vídeo que grabé de una de mis canciones preferidas de él, Full moon rising. También recomiendo que escuchéis la canción que escogí para mi sección en la radio, Chasing rainbows, una rareza en directo que aparece en spotify en un EP titulado Spin the bottle (2013).
A partir del 1:11:26 podéis escuchar esta recomendación en formato radiofónico:
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