miércoles, 9 de julio de 2014

Jero Romero - La Grieta (2014)


El segundo disco del que fuera líder de los desaparecidos The Sunday Drivers ya está aquí, y ha sido posible gracias a la herramienta de moda que actualmente usan muchos grupos, el micromecenazgo o crowdfunding. 

La Grieta (2014) es el título que le da nombre, y Jero Romero explica los motivos en uno de sus primeros mails a los mecenas. Dice que el concepto de grieta se corresponde a su estado anímico habitual: "una grieta indica que alguna cosa se ha roto, que aún no se ha roto, pero que se romperá"

En general, parece un disco menos melancólico que su anterior trabajo, y la incorporación de pasajes instrumentales dotan a su estilo de una espectacularidad que en muchas canciones recuerda a grupos como Wilco. La primera vez que escuché el álbum, las sensaciones fueron precisamente en relación a la gran calidad de los músicos de la banda que ha participado en la grabación, a la gran producción y a la contundencia del sonido. No tiene nada que ver con la esencia pop de Cabeza de león (2011), su debut en solitario, donde la melodía, las letras y su voz son suficientes para transmitir todas las emociones escondidas detrás de las canciones. 

El inicio de La Grieta (2014) es bastante inquietante y desconcertante, ya que la pista que lo encabeza , El brazo, empieza en acústico, como si el toledano estuviera solo en su casa ensayando, con una calidad sonora que deja mucho que desear (incluso hay que subir el volumen al máximo para poderla escuchar bien). A medida que avanza, me imagino que los músicos van llegando a su casa y se van añadiendo a su ensayo individual, haciendo que el tema sea progresivamente más potente, hasta el punto de tener que bajar el volumen casi al mínimo por el susto sonoro cuando entran todos los instrumentos, justo a media canción. 

El disco llega a su punto álgido justo en el ecuador, cuando se enlaza el final de El ventanal con la quinta canción, Los columpios, que empieza como si fuera un tema instrumental, con unos arreglos de guitarra que vuelven a recordar a Jeff Tweedy y a los suyos. El tema evoluciona para convertirse en una estrofa que crece y crece para acabar tal y como comenzó, sólo con la guitarra acústica. A continuación encontramos mi canción preferida del disco, Caer de pie, y quizás la más parecida estilísticamente al anterior álbum, tanto por la letra como por la poca instrumentación. 

En definitiva, un disco que habrá sorprendido a los seguidores y fans de su debut y que puede sorprender también a todos aquellos que quieran darle una segunda oportunidad si el primer disco les pareció "flojo" y poco intenso. Por otro lado, también es un trabajo que valdrá mucho la pena ver cómo lo defienden en directo, por la fuerza sonora que lo acompaña. 

Podéis escucharlo en Spotify o en el Bandcamp del grupo.


(Reseña original en catalán en La cultura no val res)

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