Una de mis canciones preferidas de 2013 fue El encontronazo de Cabezalí, y hoy me apetecía hablar de ella por aquí, ya que le dediqué apenas una línea en mi lista y creo que es lo suficientemente importante para mí como para dedicarle una entrada y ponerla oficialmente en mi sección de canciones perfectas.
Hay discos como Pequeño y plateado (2013) que aparecen en tu vida sin esperarlos, sin ninguna expectativa previa, y te sorprenden. Y encima se quedan fuera de tu lista de mejores discos del año porque llegan demasiado tarde (noviembre) y no has tenido tiempo suficiente para escucharlos como se merecen.
El debut en solitario del líder de Havalina (bueno, quizás sí tenía alguna expectativa, pero más bien "negativa", porque no conecto del todo con la música de su grupo) suena a música medieval (Puentes), a música que se basta con poco más que guitarra española y voz (y a veces sólo lo primero - La estancia), a música que cuenta historias que podrían haber sido escritas por ti (En el suelo), a música que tranquiliza (Humo fuera), a música que parece la versión acústica de uno de los hits indies por excelencia (Nana para un gato enfermo). Y entre todas estas cosas bonitas, encontré (valga la redundancia) El encontronazo, un tema que me atrapó desde el primer momento y que, según él, es el más triste del disco. Os dejo con él, en directo, y con su maravillosa letra.
El encontronazo
Quiero entrar por esta puerta que has cerrado
Al marchar dejas este eco extraño
Hoy estoy menos sonriente que ayer
Y ahora creo quizá hayamos nacido
para amar y no ser amados
Vivir desencontrados
Vaya encontronazo
Sé que acabarán las delicias de mi soledad
pero hoy no quiero verlo
Y ahora soy el tipo más amargo y dulce
Y ahora creo que quizá hayamos nacido
para amar y no ser amados
Vivir desencontrados
Vaya encontronazo
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