Cuando la telonera es mucho mejor que la artista principal

Zahara salió puntual al gran escenario de Razzmatazz, y tras algunos aplausos tímidos (la mayoría de público no sabía que había telonera y se sorprendieron al no ver salir a la rubia), empezó con un tema nuevo: Adiós. En el acorde final el aplauso cobró fuerza y Zahara dijo unas palabras en catalán "Sóc Zahara. Estic molt contenta d'estar avui aquí". A continuación nos ofreció dos de sus éxitos: Chica pop, que dedicó a todos los chicos de la sala que en realidad son una Chica pop y La canción más fea del mundo, el estribillo de la cual fue acompañado por el público con palmas. Apareció entonces Sergio, su chico, y Zahara hizo un poco de broma sobre su relación "Él no lo sabe, porque nunca se lo he dicho, pero estoy enamorada de él". Y tocaron juntos Olor a mandarinas, Merezco (Zahara explicó la anécdota que le hizo escribir esta canción: colecciona pérdidas y una de ellas es la pérdida de aviones en el aeropuerto) y Piscinas en verano. El sonido era espectacular y el murmullo del público situado en las últimas filas y en la barra molestaba bastante. Una servidora pidió el bis, pero nunca llegó. Duffy nos hizo esperar media hora y del calor que hacía en Razzmatazz no pudimos acabar de ver su concierto, así que salimos fuera a hablar con los verdaderos protagonistas de la noche: Z y S. Gracias por todo.