martes, 23 de febrero de 2016

Glen Hansard - Sala Barts (19-02-16)


¿Qué sucede cuando ves a uno de tus artistas preferidos por sexta vez y desde la primera siempre le has puesto un 10? Pues eso mismo os voy a responder con esta crónica. 

El concierto de ayer de Glen Hansard en la Sala Barts fue, objetivamente, de matrícula de honor. Es un genio, y con diez músicos (¡y qué músicos!) encima del escenario, la polivalencia está asegurada. Sección de cuerdas y de vientos para los arreglos orquestrales que caracterizan sus canciones, piano de cola para una pianista con voz dulce (y muy joven) para no olvidarnos de Marketa Irglova y The Swell Season, y un bajista, baterista y guitarrista que lo acompañan desde hace, por lo menos, ocho años (que es cuando yo los conocí en aquel concierto memorable del Primavera Sound 2008). La interpretación de todos ellos es impecable y dominan a la perfección los cambios de intensidad, una de las características que tienen la mayoría de cantautores folk que me gustan.  

A todo este escenario, hay que añadirle la versatilidad del irlandés, que incluye, entre otras cosas, empezar el concierto a capella, subirse al segundo piso de butacas a cantar uno de mis temas preferidos de él (Say it to me now), versionar el Passing through de Leonard Cohen o invitar a su trombonista a hacer un dúo con él. Todo ello sin olvidar la conexión con el público, haciéndonos participar y contándonos la historia de algunas canciones, e incluso aceptando la petición de una chica de la primera fila para cantar con él el Falling slowly

¿Qué más se puede pedir?, os preguntaréis. Pues, o me he convertido en una persona muy exigente con los directos, o necesito hacer "barbecho de conciertos" para resetear todas estas sensaciones. Y es que puedo afirmar que, desde el punto de vista más emocional de mi experiencia, Glen Hansard no me sorprendió ayer. Las otras cinco veces ya le había visto cantar a capella, entre el público o haciendo versiones con la banda. La naturalidad con los músicos que lo acompañan lleva a pensar que hay muchos momentos de improvisación, pero después de 6 conciertos, ya no me "engaña". Ya conozco todas sus cualidades y sé que como músico tiene todas las que yo le pido a un artista. De hecho, en 2013, superó en mi lista de mejores conciertos a Damien Rice. Pero, llegados a este punto, necesito algo más. La mejor droga ya no me pone suficiente, necesito la sobredosis definitiva que no me permita volver. Eso, o quitarme para siempre. 


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Con motivo de su visita a Barcelona, Glen Hansard fue uno de los artistas que recomendé en la pasada Rayuela Musical Radio. El día del concierto coincidió con la publicación de A season on the line (2016), un nuevo EP de cuatro canciones inéditas. Dos de ellas grabadas con toda la banda que lo acompañó durante la gira de otoño y otras dos, descartes de las sesiones de grabación acústicas del LP. 

Pasó algo muy curioso cuando Hansard anunció la salida del EP y enseñó la portada: Las redes sociales se llenaron de preguntas para saber si la ilustración era obra de Damien Rice y surgieron rumores de si estaban colaborando, ya que el dibujo se parece muchísimo al artwork que el irlandés usó en sus primeros discos. En cuanto Glen publicó el vídeo del adelanto en youtube, se desvaneció la ilusión al leer los créditos, en los que se nombra a Richard Hansard (imagino que su hermano) como autor del retrato. Precisamente ese primer tema, que lleva el mismo título que el disco que publicó el año pasado, Didn't he ramble (2015), es el que escogí para que sonara en la radio (a partir del minuto 59:31)

Os dejo con ella en directo, en su versión acústica;

1 comentario:

  1. Comcierto de diez por parte de Glen y su banda. Lo único reprochable de la noche de ayer, vino por parte de un público incapaz de apagar su móvil y más preocupado de hacer vídeos y fotos con sus teléfonos, iluminando con sus pantallas platea y artista.

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